viernes, 3 de enero de 2014

Nosotros, los capicúa

Los números que conocemos como capicúa son aquellos que empiezan igual que acaban, es decir, que se leen igual de derecha a izquierda que de izquierda a derecha. Podríamos decir que estos números son como "la pescadilla que se muerde la cola", ya que en ese mordisco se encuentran dos cifras iguales; empieza igual que acaba, no hay cambios. 

Un refrán español dice que "El ser humano es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra". Con esto se refiere a la facilidad que tenemos las personas de caer en los mismos errores, tropezarnos con obstáculos que ya habíamos superado. La sociedad española ha tropezado con muchas de estas piedras, pero el traspiés más grande siempre se lo han llevado las mujeres. 

Una de las piedras más pesadas en el camino de estas heroínas es la decisión de la interrupción voluntaria del embarazo. Ésta es una práctica que no siempre ha estado regulada; se penalizaba tanto a los que la facilitaban como a las mujeres a las que se les practicaba. Cataluña legalizó el aborto en la zona leal a la II República durante la Guerra Civil Española, pero muy poco después el bando franquista la derogó. Fue en el año 1985 cuando nació una ley orgánica con estos fines; en ésta se despenalizaba el aborto inducido en tres supuestos:  

1) Supuesto terapéutico (riesgo para la salud física de la mujer embarazada - se podía abortar en cualquier momento del embarazo)
2) Supuesto criminológico (violación - se podía abortar durante las 12 primeras semanas de embarazo)
3) Supuesto eugenésico (malformaciones físicas o psíquicas en el feto -se podía abortar durante las 22 primeras semanas de embarazo)

En el año 2010 se promulgó la Ley Orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. Ésta también contempla los tres supuestos mencionados anteriormente y hace posible que las menores de 16 y 17 años puedan abortar sin la necesidad de un consentimiento por parte de los padres. Esta ley se llevó a cabo para garantizar los derechos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y así lo ha hecho hasta ahora. 

Ahora bien, nuestro actual Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, con el respaldo del Partido Popular y la Iglesia Católica, mostró su desaprobación hacia este avance que existe en la mayoría de los países europeos. Con su propuesta actual, España retrocederá en el tiempo a ritmo de gigante hasta ir más allá de la ley promulgada en 1985. Los supuestos de violación y riesgo para la salud psíquica y física de la madre seguirán igual. Sin embargo, el supuesto de malformación sí se verá afectado; las malformaciones psíquicas no se tendrán en cuenta y las físicas tienen que llegar al punto extremo de que el feto no tenga cráneo o cerebro para que los médicos testifiquen que es necesario abortar. Y, por supuesto, las menores no podrán llevar acabo esta práctica sin autorización.

El derecho a decidir de las mujeres se está viendo afectado hasta el punto que han sido un grupo de hombres los que han firmado la propuesta, los que la han diseñado. Nadie debe tener el poder para elegir cuándo formar familias; vivimos en un Estado, pero no debe ser este quien decida por nuestras vidas. 

La carta de los derechos humanos contempla el derecho a la vida por el que parecen desvivirse nuestro Ministro de Justicia y la Iglesia católica; tal vez entiendan la vida como la pasión de cristo: un camino lleno de sufrimiento y penitencia hasta llegar a una muerte lenta en la cruz. Sólo así puede tener una explicación lógica su posición en este tema, porque ¿quién apoyaría un nacimiento con malformaciones crónicas, incurables y dolorosas para las personas? Alguien que entienda la vida como un camino lleno de sufrimiento que acaba cuando estás muerto.

Podemos concluir que los números capicúa no son los únicos que empiezan igual que acaban. España empieza en un punto, avanza tres pasos de gigante para volver dos atrás o al principio. Los españoles somos como las pescadillas que se muerden la cola y parece que no somos capaces de dar un buen mordisco para romper esta infinita espiral de tropezones contra los mismos obstáculos. Pero así somos nosotros, los capicúa.


1 comentario:

  1. http://www.avaaz.org/es/ley_del_aborto_en_espaaa_fb/?bFKaSfb&v=33907

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